Ateneu.7.5.6




26 d’agost del 2010

Visita a la Fundació Joan Brossa


Fundació Joan Brossa
(Salida programada del 24 de febrero de 2010)


La Fundació recoge el legado de un poeta catalán de las generaciones de la postguerra española que tuvo un papel destacado en la introducción en Catalunya de los movimientos artísticos de las vanguardias europeas: Joan Brossa, Barcelona 1919-1998.

Brossa se definió siempre a sí mismo como poeta aunque nunca fue un poeta convencional, sino un poeta visual, creador de obras plásticas de gran fuerza poética, a menudo mordaz, irónica y políticamente combativa. Es significativo que Brossa se expresó durante toda su vida en catalán cuando, durante la dictadura franquista, la lengua catalana estaba públicamente proscrita y su enseñanza prohibida.

Joan Brossa juega con lo aparente, con los significados ambivalentes, con los guiños a lo oculto, tomando como fuente de inspiración ideas lanzadas al mundo por los artistas del Dadá y el Surrealismo, que revolucionaron la escena artística de Europa (y en paralelo de Estados Unidos) durante el primer tercio del siglo XX: Apollinaire, Duchamp, Picabia, Zara, Breton, Eluard, Artaud, etc.).

Joan Brossa tomó el «objeto encontrado» del Dadá (en síntesis, que cualquier objeto es arte; que es arte todo aquello que decimos que lo es) para realizar intrigantes y sorprendentes objetos poéticos que pueden «leerse» de muy diferentes maneras.

El Brossa poeta evolucionó progresivamente hacia una obra de contenido plástico, evolución que se concreta definitivamente a mediados de los años 70 del siglo pasado. Los signos son cada vez más gestos pictóricos, que sin embargo nunca renuncian al lenguaje puramente verbal. Este aspecto queda muy claro es su extensa obra gráfica (litografías y grabados de tiradas limitadas, libros de artista, carteles, portadas de libros, etc.). Sirva de ejemplo la litografía dedicada en 1975 a la muerte de Franco en la que una X tumbada sugiere de manera contundente las tibias cruzadas bajo una calavera. Aquí la calavera es un sello de correos con el retrato de Franco.

La obra de Joan Brossa, muy ligada a la del pintor Antoni Tàpies ya que ambos formaron parte del grupo de artistas de vanguardia que a finales de los años cuarenta tomó el nombre de «Dau al Set» (otro guiño transformista pues quiere decir el Siete del Dado y los dados no tienen el número siete), no se limitó a la producción citada y tampoco a su gran admiración por el gran transformista italiano Fregoli, al cual dedicó varias de su obras.

Escribió obras de teatro, relatos de rango sincrético (en primera lectura más bien incomprensibles pero en realidad con múltiples significados que hay que descubrir), instalaciones como la de Caronte que se encuentra en su fundación, y fue un entusiasta del music hall en la tradición del «burlesque» francés, hasta el punto de que fue el padrino y gran defensor de una famosa stripper de la Barcelona de la transición llamada Christa Lem.



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